miércoles, 27 de enero de 2010

4º- Fantasmas


El genial Daniel Johnston compuso desde su bipolaridad esa magnífica canción que es "Casper, el fantasma amigable", y estaba yo escuchándola, yo que he presenciado apariciones espectrales a menudo que me han hecho cubrirme la cabeza y el temor con una sábana, yo iba pensando mientras escuchaba que en realidad los fantasmas no existen.
Me dio pavor reconocerlo, dado que si los fantasmas son pura invención de la psique humana todo está permitido.
Podemos pasear a medianoche por un largo pasillo, descalzos, mientras fuera la lluvia impacta violenta contra los barrotes metálicos y los destellos que anteceden al trueno hacen que las bombillas parpadeen; podemos observar mascando gominolas a eso de las tres de la tarde cómo el viento mece un columpio en un parque; podemos incluso escribir sobre cadáveres que todavía descansan en el piso de abajo, a los que están rindiendo duelo.
Puede que la sobreabundancia de trabajo venciera a los fantasmas.
Aquel famosos barbudo malhumorado acuñó la frase "un fantasma recorre Europa". Hoy, los niños tienen amigos fantasmas o en su defecto déficit de atención, se escatima en el pago de impuestos mediante empresas fantasmas, y el fantasma que recorre el viejo continente es una endeble moneda común. Ni siquiera los fantasmas nos persiguen, las huellas son de tal transparencia que es un reto distinguir quién es fantasma de quién es corpóreo, quién es Scrooge de quién es Dickens.
Menos mal que mi antivirus intercepta el correo fantasma o correría el riesgo de terminar inestable, como Johnston, y cantando, lo cual sería más aterrador que toparse en duermevela con el fantasma del mismísimo Vincent Price.

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