lunes, 12 de julio de 2010

50º- Reposiciones


Los personajes de las películas de Aristarain son unos desterrados, unos apátridas que antes de que les tendieran una bolsa de viaje, llenaron la maleta, soltaron una lágrima de derrota en forma de suspiro, unos amigos con los que me reúno cada tanto, con Cecilia Roth, Federico Luppi, José Sacristán, Juan Diego Botto… y rememoro al detalle las circunstancias que me hicieron pedirles auxilio y sus palabras que suenan desde el DVD. En el caso de que existan las influencias, a mí fueron estos tipos quienes, aun a distancia en la Patagonia, en un rancho llamado “1789”, me influyeron. A ciencia cierta, nunca he de encontrarlos en un cementerio, o en un presidio en el que los confiné junto al pasado, nunca se me borraran ni me dará bronca llevarlos en el desvelo, que provocan y subsanan a la vez. En lo físico en la estantería, en lo etéreo connaturales a lo que soy.

Hoy, en el descanso tras una jornada lograda que diría Peter Handke, algo me hizo revisitarlos, tenderles un cigarrillo aunque sé que a Martín, director de cine o profesor de universidad que perdió la cátedra de literatura, o revolucionario impenitente que agrupa una cooperativa que defiende a los trabajadores de la lana de patronos sin escrúpulos, no le están permitidos dado el precario estado de salud coronaria que padece gracias a un exilio en Madrid y un regreso en el que una manga de la camisa le queda suelta mientras la otra le cae perfecta, como si nada hubiera cambiado. Dejé que Hans fotografiará el momento en el que alquilé un segundo e hice una panorámica, Unos juntan piedras, unos apilan instantes, porque lo perecedero lo asusta y aunque no sea turista ni me maravillen los paisajes numinosos, sí, hablo como un gaita, pienso en la infelicidad, es tajantemente falso que el que se dedique a observar invente imposibles.

Acudir a misa los domingos es una actitud de gente asentada, acudir a personas que vivieron el fracaso y sus consecuencias en especial si eres de los que apenas vislumbra la derrota pero la intuye, puede ser contraproducente, sin embargo no escarmientas, algo te despierta, permaneces soñador, no caminas sólo, muchos te anteceden, muchos te hacen vibrar, quizá por eso no acudas al cine, no estés enterado de los estrenos de este viernes, o de cual es el proyecto que se trae entre manos un director que cuenta con un presupuesto desorbitado para filmar un guión sonrojante. Sopesas en la cantidad de amistades de las que el cine te ha privado, concluyes que los conocidos carnales son volubles y pasajeros, y quieres que los libros y las películas cobren tridimensionalidad, estás seguro de que verlas en repetidas ocasiones contribuye a que tomen forma en tu cabeza, en concreto deseas ser Ernesto, el protagonista de Un Lugar en el Mundo, así compartirías tu situación, y en el mundo una habitación de dos es un lugar encontrado del que cuesta irse ya que una carga compartida pesa según lo que ambos estéis dispuestos a sostener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario