domingo, 18 de julio de 2010

54º- Trasgresión


Para ser rebelde no necesito unos pantalones anchos y un bote de graffiti con el que firmar las paredes de edificios de la administración. Tampoco ponerme ciego de estupefacientes hasta tener los pómulos hinchados e invadir garitos armado con una guitarra que suena atronadora, apalabrado a un discurso tribal que me alcanzará de sobra, la cuenta corriente cuenta con suficiente fondo. No, la rebelión la hago como Tolstoi, que según Vargas Llosa, fue el referente de Gandhi, evitando los estruendos y las imposturas, superé la etapa de interpretación, soy un burgués inquieto, independiente, que salió de la nada, contrapunto al prototipo de revolucionario de bufanda palestina, cabello encrespado, punkies que olvidaron darle cuerda al reloj biológico ya que triunfen o fracasen podrán regresar al redil en la junta de accionistas de papá y consumir Farias en el palco del campo de fútbol, podrán someterse a un proceso de desintoxicación en una clínica privada que celosa del anonimato de sus clientes no divulgará el apellido a fin de salvaguardar el buen nombre. Los rebeldes de arcilla no llegan a estrellarse contra el suelo, una red que cuatro asalariados sujetan para que soporte el impacto, los atrapa en el aire y una ambulancia los conduce saltándose las señales de tráfico, a toda prisa a una sala de urgencias donde nadie espera y las habitaciones son individuales e incluyen televisión por cable.

Rebelde es ser un gallego invitado a una televisión de Catalunya, y ante la pregunta del entrevistador en catalán espetar en castellano que la unidad de la patria te la pasas por el forro, perdiendo una gira que firmaste, perdiendo futuros contratos transcontinentales porque los jerifaltes del puño sobre el pecho y el mentón en alto presionan, muriendo de cáncer porque el exceso pasa factura. En la esquela de prensa no hay condolencia de ningún ministro. Rebelde quien va a cara descubierta, el que se retracta sólo si lo hace sincero, el que las máscaras no las descuelga de las paredes del pasillo que le conducen al salón de casa, que aún desvariando personalidades las somete al sujeto que es, que desecha la práctica del quita y pon, del adáptate según el fin. Rebelde, escupir a un público proclive al aplauso que no entiende que los versos que lees están envenenados y la intención es que se les claven en la frente, sentados en sus banquetas, dando palmas porque participan del mundo cultural, rebelde insultarles en idioma vulgar, por si acaso dudan que sea una facción del espectáculo rompedora, no, sigan manifestándose a favor de condonar la deuda al tercer mundo teniendo propiedades que pasan de los 50 metros cuadrados en varias provincias, sigan pero no cuenten conmigo, la vejez se la postergan solitos fumando marihuana después de haber cerrado las cuentas anuales, el debe y el haber del espíritu joven desobediente y los modales sociales de madurez.

Volar consiste en alzar el hombro, estirar los huesos de los brazos, evitar la concentración que sucumbe a la ley de la gravedad, llevarse ir. En contra de las alas postizas compradas en tiendas de disfraces, en contra de buscarse la primera plana en el diario por ser el redentor de la humanidad atado al mástil de un petrolero que asaltaste y que transportaba fuel para la gasolinera en la que repostas el auto del que todavía te restan media docena de mensualidades por abonar. A favor de ser consecuente, nada de lo humano me es ajeno, no puedo tener aquello que me haría diferente a como soy si carezco de la intención de reinventarme, hasta donde me alcancen los principios, sin la querencia de extender los principios para que los demás se vuelvan espejos que asientan deslumbrados por la verdad que les muestro, que nieguen ante una imagen novedosa, que no pueda encasillarse en un compartimiento etiquetado: inconformista, nihilista, pasota, burócrata, del grueso. Posiciones que se alternan, intercambiables. El status de rebelde se imparte como una absolución a los que no tienen porqué luchar porque les dieron el guión mecanografiado y corregido de inicio.

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